Es una enfermedad frecuente que se caracteriza por dolor crónico de todo el cuerpo, también suele acompañarse de cansancio persistente, alteraciones del sueño, ansiedad, tristeza, dificultad para la concentración y pérdida de la memoria. Si bien el dolor parece originarse en músculos y articulaciones no es una enfermedad articular; en términos generales podemos decir que la fibromialgia consiste en una anomalía en la percepción del dolor, de manera que se perciben como dolorosos estímulos que habitualmente no lo son, como un abrazo o un saludo de mano. También puede ocasionar rigidez generalizada, sobre todo al levantarse por las mañanas, y sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies. No se conoce la causa de esta alteración, hay personas que desarrollan la enfermedad sin causa aparente y en otras comienza después de una infección, un accidente de automóvil o en otros casos aparece después de que otra enfermedad conocida que limita la calidad de vida (artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.). Como los síntomas de la fibromialgia se parecen a los de muchas otras enfermedades, la valoración del paciente debe realizarse por un médico reumatólogo para determinar si el dolor es causado por fibromialgia, si se trata de otra enfermedad, o bien es fibromialgia más otra enfermedad. Lamentablemente la fibromialgia no tiene curación definitiva. El objetivo del tratamiento es disminuir el dolor y tratar los síntomas acompañantes con medicamentos, terapia psico-conductual y ejercicio para conseguir una mejoría en la calidad de vida.