La artrosis es una enfermedad reumática que lesiona el cartílago articular. La articulación está formada por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular, en su interior existe un fluido llamado líquido sinovial y los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por cartílago; cuando este cartílago articular se lastima va a producir dolor en las articulaciones, sensación de rigidez y dificultad para el movimiento. La artrosis, también llamada osteoartrosis, afecta principalmente la columna (a la altura del cuello y la espalda baja), hombros, caderas, rodillas y los dedos de las manos. Se caracteriza por dolor que incrementa con las actividades, mejora con el descanso y da la sensación de entumecimiento o rigidez de las articulaciones después de estar en reposo, dificultando el poder iniciar el movimiento. En casos graves puede producir inflamación articular y se denomina osteoartritis. Se presenta generalmente en mujeres después de los 40 años, su presencia se favorece si hay antecedentes de artrosis en la familia, así como la inactividad física, obesidad y alteraciones en la postura. Hasta ahora no existe ningún medicamento que logre regenerar el cartílago (a pesar de todos los productos que se anuncian en televisión, radio e internet). La prevención y tratamiento de la artrosis debe ser enfocada en el control de peso, ejercicios de rehabilitación y medicamentos para controlar el dolor. Desconfíe de soluciones milagrosas, desafortunadamente en ausencia de una legislación más exigente, existen múltiples productos en farmacias de eficacia no probada, así como pseudo “centros reumatológicos” donde se aplican tratamientos de dudosa o nula base científica.