La gota es la enfermedad que se produce por la formación de cristales de ácido úrico en los tejidos, más frecuentemente en las articulaciones. Se debe a la presencia de niveles elevados de ácido úrico en sangre de forma persistente (hiperuricemia); que al sobre saturar la sangre produce cristales que se depositan en los tejidos. La hiperuricemia se produce casi siempre por una disminución en la eliminación de ácido úrico por los riñones; además de otros factores como predisposición genética, factores hormonales, enfermedades agregadas (diabetes e hipertensión), medicamentos y dietas poco saludables. Los cristales originan inflamación que puede producir síntomas bruscos de dolor (ataque de gota) o pasar desapercibida (inflamación crónica asintomática). Si los niveles de ácido úrico no se controlan puede producir deformidad articular y depósitos de cristales en los tejidos (tofos). La gota se considera una enfermedad “curable”, el tratamiento oportuno permite alcanzar un nivel adecuado de ácido úrico en sangre que consigue disolver poco a poco los cristales y hacer desaparecer los síntomas.